Te contaba en el último correo mi visita la dentista.
Al final la cosa no fue para tanto.
No hubo anestesia.
Solo un estudio para ponerme un Invisalign de esos.
Se supone que no se nota nada y te deja más seductora que Brad Pitt, más blanca que Iniesta.
Eso espero
Porque “la salsa”me ha salido en 1.000 pavazos.
Así sin anestesia.
Y eso solo es el primer pago.
Una transferencia y allí fueron los 1000 pavos.
Ya nunca más sabré de ellos
Se han emancipado de mi cuenta corriente de gastos “importantes pero no urgentes” y ya están viviendo la vida loca en la cuenta de la clínica Dentista.
Sabía que esto iba a pasar, tanto ellos(los euros) como yo, nos habíamos preparado previamente.
Lo sabíamos de ante mano.
Pero aún así me ha dolido su marcha.
Deshacerse de ellos nunca es fácil
La vida es así.
¿Su misión?
Era esa, su destino era ese, su objetivo estaba escrito.
Así que está todo bien.
Aunque me pese.
Todo bien.
Pero sabes que…
Ya contaba con ello, gracias a ser previsor he evitado las “odiosas estrellitas de metal”.
Ya me pasé media adolescencia con ellas.
!No vuelvo, me niego!
Y mira ya que tengo el dinero, allá voy con el invisible ese.
Es lo que tiene ser previsor.
¿Que consigues?
Que cuando te viene un gasto como este del revés y sin anestesia (me ha gustado la expresión)
No te pille en bragas y sin financiación (que a parte de la anestesia es un punto a favor a tener muy en cuenta).
Por cierto
Al dentista no me preguntó por mis pintas
Que ciertamente no eran muy adecuadas
¿Ibas en pelotas?
No pero casi…
Mañana te cuento porque iba así, y como lo puedes utilizar tú mismo y tu organismo .
Te va a gustar, es una buena idea.
La verdad no es mía.
La saqué de ese libro que se vende como rosquillas.
¿Cúal?
Hábitos Atómicos.