Cómo te contaba en el anterior correo.
Me encontraba en una tienda increíble en Gijón
(Por cierto si quieres que te diga cual respondenme a este correo y te doy la dirección).
La dependienta nos contó dos historia.
La primera la tienes en el correo de ayer.
Así que voy con la segunda.
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La dependienta más vendedora que he conocido en los últimos tiempos.
Nos empezó a contar que ahora todo el mundo se escandalizaba por todo.
Que no era normal que porqué aparezca un ángel ya no compres un libro.
Vamos que somos un flojos.
¿La culpa?
Posiblemente de los padres.
Entonces nos hablo de su infancia en Moratalaz en Madrid.
Tal que
“ Cuando era pequeña no había tanta tontería, enfrente de nuestra casa había un campo y mi madre para que jugáramos allí en condiciones, hacía un barrido de jeringuillas todos los días y …a jugar …”
Hoy en día…Los padres se asustan por todo”
(Por si no lo sabes los años 90 fueron años donde pegó muy fuerte la heroína y en ciertos parque era habitual encontrarse un montón de jeringuillas, y no solo eso … en aquellos tiempos el SIDA está al orden de día)
Una vez aclarado esto
Sigo
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¿Sabes que …
“La verdad que la chica tenía toda la razón”.
Es que …
La flojera que hay ahora es de aúpa, si el parque no tiene suelo aconchado olvídate.
Y si los columpios no están convenientemente homologados ya está el padre tocapelotas de turno poniendo un denuncia a las primeras de cambio.
En fin…
Para los que no son tan exquisitos y no pierden el tiempo en tonterías, tengo un curso para mejorar tu relación con el dinero
Está en obras
P.D. A veces me pregunto cómo es posible haber sobrevivido a aquellos columpios de hierros fundido con esquinas bien afiladas… !un milagro¡