Como te decía ayer hoy vamos a entrar un poquito más en detalle sobre el margen de error
Y que mejor ejemplo que las peripecias de unos tiernos ratones de campo.
Botones, hoy sí que me tienes confundido.
Ratones, margen de error, dinero.
Pues, Si
Dinero y ratones
Dale y al play .
Corría el año 1942 .
En plena segunda guerra mundial.
En la famosa batalla de Leningrado, una reserva de tanques Alemanes esperan a las afuera de la ciudad.
104 tanques estaban impacientes por entrar a acción.
…..
Y cuando por fin llegó su momento.
Ohh
Casi ninguno encendía, solo 20 de los 104
¿Como?
Si , solo 20 .
Los mejores ingenieros alemanes se pusieron a buscar como locos que podía estar sucediendo.
Rápidamente encontraron el error.
Un fallo, que ni el mejor de los mejores ingenieros ni en tres vidas y media jamás habría previsto.
Resulta que
Durante el tiempo que los tanques permanecieron inactivos fuera del frente.
Dentro habían anidado unos ratones de campo que se zamparon (como si nada) el aislante que cubría los sistemas eléctricos.
A pesar de que, el ejército nazi tenía la maquinaria más sofisticada del mundo.
Habían sido derrotados por unos simples ratones de campo.
¿Quién podía imaginar que esto llegará a suceder?
Nadie
¿Era previsible?
No , en absoluto.
Bien
Evitar esto es casi imposible
No puedes prepárate para algo que no sabes que va a suceder.
Esto se llama …
…punto de fallo.
Y aparece cuando muchas cosas dependen de qué funcione una sola cosa y…
… cuando falla, se lia pardisima.
¿Cómo se controlan estos puntos de fallo?
Un ejemplo son los aviones, con sistemas capaces de seguir volando con un solo motor o capaces de aterrizar sin ninguno.
Es decir, sistemas que cubran un posible fallo, y sistemas sobre esos mismos.
Mira
A lo mejor no te lo preguntas, pero si te preguntas…
¿Y como aplicar esto a mi dinero?
Un punto de fallo .
Sería fiarte de la nómina para financiar tus necesidades a corto plazo
Sin ahorros para establecer una margen entre:
… lo que piensas que son tus gastos
… y lo que crees que podrían ser.
Deberías plantearte ahorrar para cosas que no puedes predecir y menos entender.
Es decir, financieramente tener presente en tu mente (más que) inteligente, que los ratones de campo existen.
P.D: “Malditos roedores” (Pixie y Dixie)
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