Son las 0:01.
Acabo de leer una noticia del mítico guitarrista y cantante de Pink Floyd.
Si me dices que está hablando del mercado de acciones y no de Oasis, me lo creo tal cual.
¿Oasis?
Sí, los mismos.
.
No sé si lo sabías.
Han decidido reunirse de nuevo, y esto ha generado una expectación desmedida.
Tanta, tanta, tantísima que las entradas para sus conciertos se han agotado a las primeras de cambio.
Ya lo decía Camilo Sexto que la Melancolia vende.
Vaya si vende.
.
Eso lo sabe todo el mundo.
Pero la pasta que se ha llegado a pagar por el concierto de Oasis se ha ido bastante de madre.
Una locura.
.
Y es que el proceso de compra de entradas fue un verdadero infierno para muchos fanáticos, tras horas esperando en sus colas virtuales, mucho fueron echados o confundidos con bots.
Incluso alguno intentó comprar las entradas por teléfono, llamando hasta 400 veces sin tener suerte.
¿Lo peor?
Tras superar esa infernal cola, se encontraron una desagradable sorpresa, los costes de las entradas se habían incrementado por el sistema de “precios dinámicos” de Ticketmaster.
Este sistema se basa en que cuanto más gente quiere comprar entradas, más cara van a estar.
De esta manera, al final mucha gente que no quiere perdérselo acabará pagando un pastizal.
Fíjate…
Lo que cuenta una fan que tuvo que pagar 495 libras (587 euros) por una entrada que originalmente valía 150 libras (178 euros).
Y precisamente esto es lo comentaba David Gilmour (Pink Floyd).
“Creo que Oasis debería hacer exactamente lo que quiera. No estoy seguro de este extraño asunto de las entradas. Deberían poner un precio a las entradas y atenerse a él”
A la pregunta
¿Qué crees que ha cambiado del mercado actual respecto al de vuestra época?
Gulmour lo tiene bien claro…
“Codicia y pensamiento a corto plazo, supongo”.
¿Codicia?
¿Corto plazo?
¿Te suena?
P.D. Son las 0:33, voy para cama que mañana aunque es sábado toca madrugar.
Pasa buen finde.