O actuaba o me quedaba sin baile…
Las oportunidades no esperan. O las tomas o las pilla otro.
Imagíname ahí, con 15 años, en una discoteca de pueblo, con las luces bajando y el DJ poniendo “Esa chica es mía” de Sergio Dalma.
Los valientes ya estaban en la pista, bailando pegaditos, mientras yo… bueno, yo estaba en los sofás, haciéndome el interesante.
O al menos eso me decía a mí mismo.
La verdad es que estaba muerto de miedo.
“Si voy y me rechaza, qué vergüenza. Si me quedo, igual nadie me saca a bailar. ¿Y si hago el ridículo?”
Así que me quedé ahí, mirando desde la barrera.
Hasta que lo vi claro, si no me movía, otro lo haría. Y si eso pasaba, mi historia de amor se quedaría en un simple
“¿y si…?”.
Así que respiré hondo, me levanté y fui hacia ella.
Justo en ese momento, empezó a sonar “Bajo la luz de la luna” de Los Rebeldes. El universo me estaba mandando una señal: era ahora o nunca.
¿Y sabes qué?
Funcionó.
Esa fue la primera vez que entendí algo que, con los años, me di cuenta de que aplica a TODO en la vida…
… si te quedas esperando, otros aprovecharán las oportunidades por ti.
Y esto no solo pasa en el amor… pasa con el dinero, con los negocios, con la vida misma. Las oportunidades no esperan.
El que espera ya sabes …
Pero el que sabe moverse, gana.
No se trata solo de dinero, sino de seguridad, de no depender de otros, de jugar el juego con ventaja. Ese sitio donde aprendes a hacer eso ya existe.
Te espero dentro.
Apúntate aquí antes de que otro ocupe tu lugar.
P.D.: Hay dos tipos de personas: los que miran y los que se lanzan.
Éxito o casi(éxito)
¿De cuál eres tú?
Es por aquí