En ocasiones… no ves venir lo que importa.
Si me sigues hace tiempo habrás visto que muchas veces empiezo los post y correos con la muletilla:
“En ocasiones …”
Hoy te cuento el porqué y algo que me ha contado un amigo hoy que me ha dejado pensativo.
¿Por qué utilizo esa expresión?
Todo viene del niño de El sexto sentido, cuando en un alarde de sinceridad por fin le suelta a Bruce Willis.
Que en ocasiones ve…?????
En ese momento le confiesa todo, le suelta toda la verdad y nada más que la verdad.
Y claro Bruce ante tal noticia se queda con cara de muerto.
Lo peor de todo esto es que … no he visto “El sexto sentido”.
¿Cómo?
No, no la he visto.
Un colega me contó el final y me jodi0 la película.
Mira si hace tiempo de eso que, de aquella, ni siquiera existía una palabra para esto.
Ahora sí: spoiler.
El caso es que no he visto la película.
Y posiblemente nunca la vea.
Hablando de no ver…
Hoy hablaba con un colega de su padre, de cómo le afectó el Alzheimer, y cómo poco a poco dejó de recordarlo todo.
Qué triste.
Es algo que no deja de sorprenderme:
cómo, de repente, empezamos a desprogramarnos sin avisar.
Y eso me angustia.
Pero lo que más me angustia no es la enfermedad.
Es que nos desprogramamos vivos.
Antes de que llegue el olvido clínico.
Que un día te levantas y ya no reconoces los sueños que tenías.
Ya no reconoces las promesas que te hiciste.
Ya no reconoces a la persona que eras.
Porque aguantaste demasiado.
Porque repetiste demasiado.
Porque te olvidaste de ti.
Y mientras pensaba en todo esto, me dije:
Hoy empieza otra parte del camino.
Y quiero dejártelo claro.
No con un discurso bonito.
Sino con una lista de razones que, si te remueven, será porque algo dentro de ti sigue vivo.
10 razones por las que deberías cambiar YA:
1. Porque cada día que repites lo mismo, te alejas un poco más de quien podrías ser.
2. Porque nadie va a venir a salvarte.
3. Porque el miedo que hoy te paraliza, mañana se convierte en arrepentimiento.
4. Porque tus hijos —si los tienes o los tendrás— aprenderán no de lo que dices, sino de lo que haces.
5. Porque si no te mueves tú, el sistema ya ha elegido por ti.
6. Porque hay heridas que no cierran. Solo se hunden más.
7. Porque no es normal vivir deseando que llegue el viernes.
8. Porque no cambiar es, en realidad, elegir. Solo que cuesta admitirlo.
9. Porque el tiempo no cura todo. El tiempo también pudre.
10. Porque, si sigues esperando, un día despertarás en una vida que no sentiste construir.
Todo esto no es sobre dinero.
Nunca lo fue.
Es sobre cómo piensas el dinero.
Cómo piensas la vida.
Cómo decides —o dejas que otros decidan— por ti.
Y eso es exactamente lo que trabajamos en la Membresía 404.
Un refugio para los que entienden que el verdadero problema no es lo que ganas,
ni lo que gastas,
ni lo que inviertes.
Es cómo te programaron para pensar en todo eso.
Y ahora toca romper ese bucle.
No tienes que tener todo claro.
No tienes que ser perfecto.
Sólo tienes que atreverte a ver.
Aquí empieza el cambio:
Entra en la Membresía 404.