Se me ha ido el día.
Por eso estoy mandándote este correo algo más tarde de lo habitual.
Y es que llevo todo el día trasteando en LinkedIn.¿Y eso? Pensarás.
Ya ves, cosas que pasan.
Fíjate
Hasta no hace mucho, odiaba esta red social.
Posiblemente pienses que esto no dice mucho de mí.
O quizás sí, por eso de que las redes sociales son un escenario irreal de la realidad (valga la redundancia).
El caso es que antes la veía como una competencia en plan a ver quién la tiene más larga.
¿Suena fuerte?¿Verdad?
Pero es así.
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A lo mejor me equivoco.
Pero, no la ves como una competición encarnizada por ser el o ella con más Másters del Universo, el que sabe más idiomas que un traductor de la ONU o quien tiene más MBA más Pro Súper Mega Chachi.
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Bien
Pues sí me he metido en LinkedIn.
Y eso que pienso que es una jungla chunga.
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¿Como x/Twitter?
Sí, algo así, con la diferencia de que los haters en vez de insultarte sin compasión, aquí van con corbata y te dicen cosas finas en inglés para que parezca que eres un inútil.
Pero… pero
¿Por qué estar ahí entonces?
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La verdad, para aportar valor “en vena” y demostrar que se puede destacar en un mundo tan “finolis y encorsetado”.
LinkedIn está pidiendo a gritos un…Perfil Bizarro…!
¿Para qué?
Para alegrarle el día a los sosos y hacer de LinkedIn una red social más divertida con menos rollo el plan desarrollo personal muy de Recursos Humanos.
Y más……humanos hablando de buenos recursos.
Pues por ahí andamos.
Que no es poco.
Te espero por allí.
P.D. Si quieres apoyarme en esta extraña y nueva aventura, responde este mail y te mando el perfil.
P.D. Soy todo orejas (forever)… y lo sabes!