“En Comala comprendí…
…que al lugar donde has sido feliz
No debieras tratar de volver”
(Joaquín Sabina).
Estos días he vuelto a darle caña a la newsletter y a la suscripción.
Dar caña cansa y resurgír más.
Me pone hacerlo, pero también tiene su precio.
Porque avanzar, ya lo sabes, cuesta.
Vaya si cuesta.
Y lo más chungo no es el sudor. Es el espejismo.
¿Espejismo?
Si, ese que te hace mirar atrás y pensar que lo bueno ya pasó.
Que cuando tenías veinte, o cuando todo era nuevo, o cuando una caja de donnettes te cundían, o cuando la web de Terra cargaba lento, estaba es lo mejor de tu vida ( el tu prime que se dice ahora).
A mí también me pasa.
Es escuchar la canción de “Peces de ciudad” de Sabina y me veo hace 20 años en la Universidad, cerveza en mano, con la sensación de que el mundo era nuestro.
Pero ¿sabes qué?
Eso en cierto modo no es real.
Ya no.
Solo que ahora lo idealizas, porque estas intentando escapar del vértigo de lo que vendrá.
Y eso te acaba atrapando.
Piensas que todo lo de antes era perfecto y así te engañas para no hacer nada hoy.
Pero aquí viene lo bueno.
No hay atajos.
No hay fórmulas.
Pero sí hay herramientas.
Hay psicología potente.
Hay mentalidad de combate.
Y hay una habitación con vistas (404) donde no se te promete éxito en 7 días… sino conciencia, dirección y comunidad.
Esto no va de nostalgia.
Va de elegir tu rareza, tu camino, tu momento.
Va de mirar lo bizarro de este mundo y decide
“Vale, quizás no entienda nada, pero voy a meterme igual. Porque lo contrario es quedarme igual.”
Por eso, si estás ahí, al borde, dudando, pensando que quizá mañana…
No.
Es ahora.
Suscríbete aquí.
Entra y cierra la puerta de cualquier tiempo pasado fue mejor.
P.D.:
Y si el pasado no era tan perfecto como crees…
Y si este fuera el único momento real que tienes…
Y si lo que te falta no es motivación, sino método…
Y si la gloria no está en volver… sino en avanzar raro, pero con sentido…
Y si hoy fuera el DÍA.
Ay la nostalgia traicionera, qué jodida es.
Buen email, gracias