Una bici, una caja de zapatos y una gran lección de dinero.
Lo que empezó con madrugones y trabajo duro terminó en una victoria sobre dos ruedas.
Esta mañana, mientras organizaba la semana , me vino a la mente la primera vez que trabajé para conseguir algo.
No fue un sueldo millonario ni una inversión brillante.
Fue una bicicleta.
Tenía 11 años y todos mis amigos ya tenían la suya.
Yo no.
Un día, le dije a mi padre:
—Papá, quiero una bicicleta.
Su respuesta fue clara:
—Y si hacemos un trato. Te vienes a trabajar conmigo todo el mes y, si cumples, te compro la bici.
Así mientras mis amigos jugaban al fútbol o bajaban al río, yo me levantaba temprano y pasaba las mañanas en el almacén de mi padre.
Embalando cajas.
Colocando zapatos en las estanterías. Hablando con comerciantes.
Un trabajo de mozo de toda la vida
Y que orgulloso estaba.
Y si…
Hubo días en los que me pregunté si valía la pena.
Pero al final del mes, cumplí día tras día.
Cuando llegó el final de mes, mi padre cumplió su palabra y nos fuimos a recoger mi bici:
!Que belleza!
Era una pasada , una Bianchi italiana, con sus 21 marchas con cambios automático Shimano.
La mejor del todo el pueblo,
Y ahí entendí una gran lección: las cosas que realmente valen la pena no se piden, se ganan.
No importa si se trata de dinero, de hacer ejercicio todos los días o de cualquier otro objetivo.
Lo que marca la diferencia es hacer.
En mi caso, fue cargar cajas de zapatos.
Ahora, es escribir y ayudar a otros a mejorar sus finanzas.
Y ahora quiero saber de ti.
¿Cuál fue tu primer “negocio” o experiencia que te enseñó una lección para la vida?
Respóndeme, me encantaría leer tu historia.
P.D.: Si nunca trabajaste por una bicicleta, también vale cualquier otra historia donde aprendiste que el esfuerzo paga.
P.D. Aquí la menbresia sobre mentalidad de dinero , que se me olvidaba (es lo que tiene cuanto uno se pone reflexivo)